miércoles, 22 de mayo de 2013


                                                 
      ¡ESTOY HARTO!

Desde que tengo consciencia, sé que la belleza está en mí. Lo fui descubriendo a medida que mi cuerpo fue tomando forma. Crecí entre caricias, bullicio, amor y perfección a mi lado. Yo era feliz.

Ahora vivo solo, encerrado en una habitación  a la que no llegan las risas, ni los llantos, ni el sonido de la lluvia, ni el viento. Sólo a determinadas horas, viene gente a verme, pero no me tocan y su voz es sólo un susurro.

Estoy cansado y solo. Esta noche, cuando todos duerman, separaré mis pies del mármol en que reposan y cogeré mi honda. Y yo, el David de Miguel Ángel, me perderé por el mundo buscando besos y caricias.