miércoles, 15 de mayo de 2013




LA FIEBRE DEL ORO

Del cielo caen compromisos de amor en forma de anillos, pulseras con amuletos robadas a sus dueñas, vírgenes y crucifijos que adornaron cuellos de personas perdidas, relojes que señalaron horas importantes de la vida de desconocidos. Todos tienen en común el ser de oro, el metal que conduce a los sueños.

Las manos de los transeuntes se elevan para recogerlos, con un afán de posesión que les lleva a atacar al que tienen al  lado. Creen que les pertenecen sólo por haberlos visto.

Dos niños de 4 y 2 años, ríen inocentes desde una terraza, lanzando a la calle lo que han encontrado en una bolsa en su casa.

Su padre, de profesión ladrón, duerme plácidamente la siesta.