Mañana me
marchare mirándote. Mis ojos en los tuyos fijos hasta que la distancia nos
separe.
Quien me observe, descubrirá una mirada ausente, penetrante, pero no
sabrá los motivos que la provocan.
Sólo tú entenderás todo lo que mi boca calla
y en mis ojos leerás lo que en mi corazón has despertado.
Mis palabras
liberaran tus silencios. Tus silencios serenarán mi voz.
Y un halo invisible
nos unirá para siempre, aunque sea mañana el último día que nuestras miradas
hablen de amor.